Por: Milton Von Hesse. Exministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento.
En los últimos meses, la evolución del PBI mensual ha ido en tendencia negativa. Hubo un efecto rebote por la pandemia, pero luego ha sucedido que agricultura, construcción, manufactura primaria, pesca y todos los sectores importantes del país han caído (FIGURA 1). No obstante, la minería ha levantado las cifras de alguna manera ya que en su acumulado de año tiene un 10.1% de crecimiento. Si no fuera por
algo que depende más bien de la situación de los mercados mundiales la caída en el producto bruto interno habría sido superior al que se muestra.
También hay un problema serio con la inversión pública y la privada. En lo que va del año hubo una desaceleración en el ritmo de recuperación de la inversión pública y una caída de la inversión privada con respecto al año pasado (FIGURA 2).
Algo está pasando con las cifras y no se termina de entender: el crecimiento de la inversión pública del 2022, se sigue dando durante el 2023 a pesar que no se encuentra ningún proyecto significativo grande.
Todos los gobiernos han tenido proyectos emblemáticos, pero si uno refiere a los de los expresidentes Alejandro Toledo, Alberto Fujimori, Alan García u Ollanta Humala, identifica claramente qué megaproyectos se hicieron. Actualmente, no se observa ninguno significativo, sin embargo hay un crecimiento en las estadísticas y eso es raro.
Al revisar las cifras de inversión pública, exclusivamente, con recursos del canon, el año pasado con 10 mil millones de soles se ejecutaron 17 mil proyectos. Es decir, que casi el 100% de los proyectos fueron menores a un millón de soles, o sea, lo que está pasando con los recursos públicos es una dilapidación en “obritas” no significativas.
En tanto, la infraestructura no se está considerando como una herramienta para mejorar la calidad de vida de la gente, sino como una herramienta de generación de empleo temporal y rentas para algunos grupos políticos como se puede apreciar en las noticias, en los últimos años. A pesar de ello, el Gobierno
hace muy poco por la participación del sector privado en la infraestructura a través de las APP y las Obras por Impuestos.
Los dos gráficos muestran lo que han venido pasando con las APPS, una tendencia descendente desde el 2009 hasta el 2023 (FIGURA 3).
