Por: Ing. Wiltón Antonio Rabanal Rosales. Presidente de CAPECO Lambayeque.
La región de Lambayeque enfrenta desafíos estructurales que han limitado su desarrollo a pesar de contar con una ubicación geográfica privilegiada y abundantes recursos naturales. Problemas como la proliferación de lotizaciones informales, la falta de infraestructura para el aprovechamiento del agua y la ineficiencia en la ejecución de obras públicas han generado un impacto negativo en el crecimiento urbano y agrícola.
La ausencia de una planificación estratégica y de regulaciones efectivas ha permitido que estos problemas persistan, afectando tanto a la población como al sector productivo. Por ello, resulta urgente la implementación de soluciones que incluyan una gestión eficiente del agua, la actualización de las
normativas urbanísticas y la ejecución de proyectos hídricos estratégicos que garanticen un desarrollo sostenible para la región.
Chiclayo, reconocida como la ciudad de la amistad, ocupa una posición estratégica como punto de conexión entre Cajamarca, Piura y la región oriental del país. Sin embargo, esta ventaja geográfica no se ha aprovechado adecuadamente debido a diversos problemas que afectan su desarrollo, entre ellas, la proliferación de lotizaciones informales. Las lotizaciones informales no cumplen con las normativas establecidas, lo que ha provocado un crecimiento desordenado en la región. Estas zonas suelen contar con pozos de agua perforados a profundidades de 20 a 25 metros, donde la calidad del agua presenta altos niveles de contaminación.
A pesar de ello, algunas autoridades municipales han permitido su inscripción en registros públicos sin que cumplan con los requisitos mínimos de infraestructura urbana, como la dotación de servicios básicos.
INFORMALIDAD INMOBILIARIA Y FALTA DE RECURSOS HÍDRICOS
Actualmente, existen aproximadamente 100 lotizaciones en la región que operan en la informalidad, lo que ha generado un sinfín de conflictos legales entre propietarios y compradores. La falta de regulación efectiva ha permitido que promotores inescrupulosos comercialicen terrenos sin los debidos servicios,
aprovechándose de las lagunas normativas del Reglamento Nacional de Edificaciones. Este marco normativo obsoleto en varios aspectos, requiere una actualización urgente para evitar que estas prácticas sigan afectando a la población. Una de ellas son las Habilitaciones Urbanas Progresivas.
Otro problema crítico en la región es el desperdicio de agua de lluvias. A pesar de contar con una gran cantidad de recursos hídricos, el 90% del agua de precipitaciones se pierde en el mar debido a la falta de infraestructura adecuada para su almacenamiento y aprovechamiento. En años recientes, las obras de descolmatación de ríos han resultado ineficientes, ya que la acumulación de arena en los cauces no brinda protección efectiva ante eventuales desbordes. Además, los procesos de licitación de estas obras han favorecido a ciertos contratistas sin garantizar soluciones técnicas sostenibles, lo que ha generado un uso ineficiente uso de los recursos públicos.
Para optimizar el uso del agua en la región, se han identificado diversos proyectos hídricos que llevan décadas en espera de ejecución. Entre ellos destacan La Calzada, La Montería, Sicán y Las Delicias, los cuales podrían impulsar el desarrollo agrícola e industrial de la región. En comparación, La Libertad ha logrado consolidar su infraestructura hídrica a pesar de no contar con cuencas propias, abasteciéndose
desde Áncash y avanzando hacia una tercera etapa de ampliación del proyecto Chavimochic. Proyectos de esta magnitud requieren financiamiento internacional y una planificación estratégica con visión a largo plazo.